¿Cuáles son los empleos que se verán afectados por el desarrollo de la Inteligencia Artificial?
Por Pablo Moreno-Ger
Probablemente, todos.
La aceleración del desarrollo de la Inteligencia Artificial y su entrada en todos los sectores productivos es una fuerza de cambio imparable. Supone una revolución tecnológica equiparable a la máquina de vapor, la cadena de montaje o la robotización de los procesos de fabricación. Y, como en las anteriores revoluciones industriales, la transformación del tejido productivo será profunda e irreversible.
Obviamente, esto hace que se disparen todas las alarmas: ¿desaparecerá mi empleo? ¿Me veré sustituido por una máquina? ¿Estoy obsoleto y condenado a la inactividad laboral?
Es indudable que muchos empleos automatizables desaparecerán. Pero al contrario que en otras revoluciones, en esta ocasión es muy complicado atisbar empleos que no vayan a verse afectados, incluyendo los que tradicionalmente hemos considerado como imposibles de automatizar.
Hay determinadas actividades que identificamos como inherentemente humanas e independientes de los avances tecnológicos: la capacidad de conversar, de razonar, de solucionar problemas de forma creativa, o incluso la capacidad de crear nuevos conceptos o expresiones artísticas. Pero ahora, todos estos campos están viendo grandes progresos desde la Inteligencia Artificial, siendo especialmente llamativo el salto de gigante que hemos vivido en los últimos meses con los avances de sistemas de generación de imágenes como Dall-E, Stable Diffusion o Midjourney, capaces de generar imágenes creíbles y de muy alta calidad para cualquier concepto que podamos imaginar.
En un mundo en el que incluso la creación artística se ve asediada por la Inteligencia Artificial, ¿qué empleos podemos considerar intocables? La Inteligencia Artificial ya está teniendo impactos tangibles en pilares sociales como la educación, la salud, el derecho o la seguridad, así como en todos los sectores productivos, desde el sector agropecuario hasta la distribución de productos finales, desde el trabajo manual hasta los servicios digitales. Ni siquiera el desarrollo de software (o de nuevas inteligencias artificiales) está a salvo de este proceso de cambio.
En un mundo global y totalmente interconectado, no podremos aislarnos de estos cambios ni tratar de capear el temporal. La única solución es aceptar el cambio y tratar de conseguir evolucionar junto a estas nuevas tecnologías. Debemos prepararnos para un periodo de cambios sociales integrales, en el que muchos empleos desaparecerán y otros muchos se transformarán y evolucionarán. Muchos incluso mejorarán en su productividad, calidad y fiabilidad, especialmente aquellos que consigan combinar de manera acertada el trabajo de la persona y el de la máquina.
Igual que en las revoluciones anteriores, habrá un periodo de transformación profunda del tejido productivo (que ya ha empezado), pero al final los humanos progresaremos y perduraremos. Y, si somos capaces de gestionar adecuadamente este cambio, conseguiremos terminar mejor que empezamos. Por la cuenta que nos trae.